La siesta
Una siesta diaria de al menos 45 minutos hace que disminuya la presión arterial de quienes han sufrido un día de estrés con mucha tensión psicológica. Esto afecta a la salud a largo plazo y, de hecho, hay estudios que relacionan la falta de sueño con un mayor riesgo de hipertensión y problemas cardiovasculares.
Efecto reparador
Observaron que la siesta parecía tener un efecto reparador en los estudiantes ya que, aunque en todos la presión arterial y el ritmo cardiaco aumentaba durante el inicio de su jornada, aquellos que dormían siesta presentaban un descenso de ambos marcadores.
Estos resultados eran más evidentes cuando los estudiantes dormían entre 45 y 60 minutos al día, lo que parece que facilitaba la recuperación de la presión arterial después del estrés mental acumulado.
Según los investigadores del Allegheny College de Pennsylvania, estos hallazgos sugieren que la siesta puede acelerar la recuperación cardiovascular después de una situación de estrés mental, hasta el punto de que puede recomendarse en aquellas personas más propensas a padecer estas dolencias.
No es vagueria, es salud.
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