Bilbao, ciudad de sensaciones
El antiguo Bilbao está en el Casco Viejo
Siete Calles es una zona comercial con bonitas fachadas y palacios urbanos. Paseando por su laberíntico entramado se pueden visitar la iglesia barroca de los Santos Juanes o la catedral de Santiago, un templo gótico que sorprende a sus visitantes porque tiene bajos comerciales aledañosLa mayoría de los negocios del Casco Viejo fueron renovados tras las graves inundaciones de 1983. Hoy en día, los bajos están ocupados por pequeñas tiendas, restaurantes y bares, que hacen de las Siete Calles uno de los centros de ocio y vida nocturna de Bilbao.
La zona del Arenal antaño fue muelle de carga y descarga de las mercancías que llegaban a la ciudad desde la ría. En su entorno se construyeron la iglesia barroca de San Nicolás, patrón de los navegantes, y el Ayuntamiento y el Teatro Arriaga, ambos edificios de finales del siglo XIX, época en la que se empieza a construir el ensanche de Abando.
El ensanche de Abando
Entre finales del siglo XIX y mediados del XX, Bilbao creció económica y demográficamente obligando a ampliar la superficie urbana. Se creó entonces el ensanche de Abando, que ocupa el eje de Gran Vía y alrededores. En esta zona se fueron instalando la burguesía, los centros de comunicaciones y las grandes empresas y bancos, que construyeron ahí sus sedes.En cuanto a los edificios residenciales, de esta época datan el hotel Carlton en Moyua y la Casa Montero en la alameda Recalde, uno de los ejemplos más bellos de modernismo bilbaíno. En paralelo a la Gran Vía se encuentran los jardines de Albia o el parque de Doña Casilda.
La gastronomía bilbaína se asienta sobre los productos del mar y de la ría, como las angulas y el bacalao. Platos conocidos son el bacalao al pil pil, el bacalao a la vizcaína, la merluza en salsa verde y postres como los canutillos de Bilbao. Existen una gran cantidad de Txokos (Sociedades gastronómicas) donde se disfruta de la gastronomía de la zona.
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